Las noticias de la ocupación del territorio de Ojos Negros en el pasado, nos lo dan la presencia de diversos yacimientos arqueológicos y sobre todo, los estudios relacionados con la minería y metalurgia en época celtibérica, romana y musulmana, llevados a cabo en los últimos años.

Encontramos la primera referencia sobre Ojos Negros en 1280 sobre su inclusión en el arciprestazgo de Daroca. Su historia está ligada a la Comunidad de aldeas de Daroca. Varios municipios de las actuales provincias de Teruel y Zaragoza dependieron de la villa de Daroca desde 1120, pero en 1248 el rey Jaime I, creó la Comunidad de aldeas de Daroca, excluyéndose ésta de la comunidad.
Las aldeas pasaban a ser administradas de forma autónoma por ellas mismas, aunque judicialmente dependieran de Daroca. Para organizarse se estableció una nueva organización, las sesmas, que eran una entidad administrativa intermedia entre la comunidad y la aldea. Ojos Negros estaba integrado en la Sesma del Río Jiloca.

Administrativamente, Ojos Negros ha pertenecido, de forma sucesiva, a la sobrecullida de Teruel (1446), sobrecullida de Daroca (1488-1495), a la vereda de Daroca (1646) y al corregimiento de Daroca (1711-1833). Se constituye como Ayuntamiento en 1834 y forma parte del partido judicial de Albarracín, para incorporarse en 1955 al partido judicial de Calamocha.

Origen y evolución de la población

La localidad de Ojos Negros es un municipio lleno de riquezas históricas y vestigios de años atrás, con valor patrimonial y cultural. Los recuerdos de épocas prósperas recorren las tierras, ineludiblemente ligadas a la extracción en sus antiguas minas de Hierro, explotadas desde época íbera.

Estrecha relación con la minería

Según estudios realizados por arqueólogos Clemente Polo y Julián Ortega, existían procesos metalúrgicos en la zona en las épocas celtibérica, romana y musulmana, que derivaban en la extracción, transformación y forja de mineral. La explotación industrializada que se efectuó en Ojos Negros comenzó a principios del siglo XX, con la fundación de la Compañía Minera de Sierra Menera por los empresarios vascos Eduardo Aznar y Ramón de la Sota, y duró, con algunas interrupciones, como el periodo de la Guerra Civil, hasta el año 1986, momento en el que dejó de funcionar debido a la crisis del sector de la siderurgia .

Como hecho más destacable de este periodo, es necesario señalar que dicha empresa construyó con una línea férrea que unió Ojos Negros y Sagunto, con un recorrido total de 204 kilómetros. A ese trayecto se le denominó El Tren Minero y en la actualidad se ha transformado en muchos tramos en Vía Verde, al aprovechar el trazado existente como ruta cicloturista o de senderismo. No obstante, en el tramo que trascurre entre las Minas de Ojos Negros y Santa Eulalia, sigue existiendo la antigua vía con sus raíles, por lo que no ha podido ser acondicionada como «Vía Verde», y está pendiente de una solución que cubra las aspiraciones de los municipios afectados, para darle un uso turístico y cultural que enlace con el interés por el patrimonio industrial y minero de la zona.
La explotación ha propiciado un paisaje en Sierra Menera, lleno de contrastes y de sugerencias. Desde lago naturales, que se generan por la recogida de aguas en la zona ganadera y de servicios. Además, hay pozos, simas, etc.

Sierra menera

Sierra Menera es el nombre que reciben los diferentes barrios de Ojos Negros, surgidos a raíz de la apertura de la Compañía Minera, que explotó, desde comienzos del siglo XX a la década de los ochenta, las minas de hierro.

El barrio de la Relojería se asocia generalmente al del hospital, debido a su cercanía. Así, en los alrededores de la Relojería, encontraremos el edificio del antiguo hospital, que da nombre al barrio próximo. También cerca, el que fue cuartel de la Guardia Civil, con una veintena de viviendas, el lavadero y las naves donde se guardaba la maquinaria pesada utilizada para la extracción del mineral.
Desde estos barrios podemos acceder en dirección norte a la ermita del Santo Cristo de Herrera. Y si nos dirigimos al oeste, llegaremos a las antiguas instalaciones mineras, totalmente abandonadas, como el cargadero de mineral y la nave de clasificación y trituración del hierro. En la misma dirección encontraremos los miradores de la Marajosa y el Alto del Lobo, desde los que se observa hermosas panorámicas de la zona.

A unos 800 metros del barrio del Hospital se encuentra el barrio del Centro, el de mayores dimensiones actualmente. Conserva diversos edificios relacionados con la antigua Compañía Minera, como el casino, el economato, las oficinas la iglesia y la piscina. En dirección sur hallaremos las ruinas del complejo de la gerencia, donde se ubicaba la oficina.
Frente al edificio de la gerencia hallamos el barrio de la Estación, con las ruinas de la estación de ferrocarril, desde la que partían los convoyes cargados de mineral, en dirección a Sagunto, en Valencia. También conserva lo que queda de las cocheras, donde se reparaban los trenes.

Finalmente, ya dentro del término municipal de Villar del Salz, se ubican los restos de los edificios conocidos como las «casas de Manolo», donde residían los trabajadores. (CAI).